Este refugio se localiza en el extremo sur de la Península de Nicoya, al frente de las Islas Tortuga. La entrada la encontrarás a unos 30 minutos de Paquera.
Lo forman 1.496 ha de bosque tropical, manglares y campos a lo largo de la costa. Posee 17 senderos para los amantes de las caminatas. Hasta la fecha los investigadores han identificado 78 especies separadas de mamíferos, 232 diferentes tipos de aves, 87 especies de reptiles y más de 500 especies de plantas.
En sus terrenos se han visto con frecuencia los ciervos de cola blanca, pero también se pueden ver armadillos o iguanas. Podrás observar monos capuchinos, monos araña y los monos aulladores. Si deseás experimentar y conocer la vida marina, esta es una excelente manera de hacerlo, ya que podrás realizar tours como: kayak, buceo, snorkeling, tours a Isla Tortuga y tours de bioluminiscencia.
Curú cuenta con una amplia variedad de atractivos que te harán pasar las mejores vacaciones con tus amigos o familiares. Entre estos se encuentran: Playa Curú, Playa Poza Colorada y Playa Quesera. También podés disfrutar de sus manglares y senderos increíbles.
Hay varios senderos que van desde cortos y fáciles, hasta largos y muy difíciles. El Sendero Finca de Los Monos es uno de los mejores senderos para ver aves y pequeños mamíferos, el mejor momento para observar aves en bien temprano o al anochecer. Otros senderos que podrás recorrer son: Sendero de Cangrejal, Sendero Ceiba, Sendero Quesera.
En 1981, el Refugio Nacional de Vida Silvestre Curú obtuvo su estado de conservación de vida silvestre del gobierno costarricense y se convirtió en una región protegida. El nombre fue adoptado poco después en 1983. En la actualidad, la reserva todavía se maneja de forma privada y se mantiene de manera independiente.
Sin lugar a dudas Curú es un destino perfecto para pasar unos días rodeados de mucha naturaleza y con escenarios mágicos. Desconectate del ambiente urbano y empezá a recorrer Costa Rica.